lunes, 26 de octubre de 2009

Bruselas expedienta a España por la extrema degradación de Daimiel


Fumarolas producto de fuego de turba junto a las Tablas de Daimiel

El secretario de Estado de Agua: "Estamos a punto de perder el parque nacional" - El Gobierno reclama a Castilla-La Mancha que vete el regadío junto al paraje

La Comisión Europea ha abierto un expediente de oficio contra España por la degradación de las Tablas de Daimiel, según confirmó la Comisión Europea y fuentes del Ministerio de Medio Ambiente. El Gobierno tiene 10 semanas para explicar cómo un humedal protegido por la UE lleva cinco años seco y cómo es posible que decenas de miles de pozos, buena parte de ellos ilegales, hayan agostado las lagunas. La UE se une así a la Unesco, que ya planea quitarle su protección a La Mancha Húmeda. El secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu, no quita hierro a la situación del parque: "Estamos a punto de perder las Tablas de Daimiel", reconoció en un acto público.

El pasado miércoles, día 14, la Comisión aceleró la queja de oficio que prepara desde hace meses contra España. Los representantes de Medio Ambiente del Ejecutivo comunitario se encontraban en Madrid para la llamada reunión paquete, en la que repasan con el Gobierno y los ecologistas todos los procedimientos de infracción abiertos. El orden del día no incluía Daimiel, pero ante la publicación en EL PAÍS del incendio de turba incontrolable y la alerta de los responsables del parque, el jefe de infracciones de la UE, el español Julio García Burgués, comunicó que ese mismo día había abierto la queja.

La situación era insostenible y no podía esperar a que las asociaciones ecologistas le enviasen el informe con la situación de las Tablas. La carta enviada a España es el paso previo a la apertura de un procedimiento de infracción. La Comisión abre así un proceso que puede durar años, pero que puede terminar ante el Tribunal de Luxemburgo y con una multa. Pero, sobre todo, saca los colores a los responsables de un desastre ecológico que comenzó hace casi 40 años. España tiene procesos similares abiertos por la mala calidad del agua de los ríos, las minas a cielo abierto en espacios protegidos de León o la contaminación en Huelva.

Bruselas investiga si se ha incumplido la Directiva de Hábitats, de 1992, que establece que los países "adoptarán las medidas apropiadas para evitar, en las zonas especiales de conservación, el deterioro de los hábitats naturales y de los hábitats de especies". Las Tablas son Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección para las Aves de la UE.

Aunque el deterioro en Daimiel es evidente -sólo 10 de sus 1.600 hectáreas tienen agua-, un equipo de la Comisión visitará la zona antes de diciembre. Ni un diluvio puede hacer que entonces tenga agua.

El Ministerio de Medio Ambiente planea aprobar la semana que viene un trasvase de urgencia desde el Tajo hacia el parque nacional. Se trata de llevar 10 hectómetros cúbicos -cada uno equivale a un volumen como el estadio Santiago Bernabéu-. La comisión de explotación del trasvase Tajo-Segura tendrá que enviar algo más en función de las pérdidas que se produzcan en el transporte. Para reducir esas fugas, el Gobierno utilizará la llamada tubería de la llanura manchega, un trasvase del Tajo al Guadiana para abastecimiento. El Ministerio ha pedido a Villar Mir, presidente de la empresa OHL, adjudicataria de la obra, que acelere al máximo la construcción.

A medio plazo, el Ejecutivo confía en rellenar las Tablas a través del trasvase del Tajo Medio, que sale de Valdecañas, en Cáceres, hacia el Segura. Daimiel está a mitad de camino y fácilmente podría dejar allí 40 hectómetros cúbicos al año. Los ecologistas se oponen a este sistema para mantener con vida el humedal y exigen que se reduzca el regadío. Extremadura no se opone al trasvase y ya ha encargado un informe sobre la viabilidad de la obra.

Puxeu admitió que el trasvase de emergencia "no es una medida ortodoxa, pero sí radical. Y ahora hacen falta soluciones radicales". "En el siglo XXI no nos podemos permitir perder espacios que nunca podremos recuperar en aras de un progreso no bien definido", señaló Puxeu, que lanzó un aviso a los agricultores que desde hace décadas han sobreexplotado el acuífero que nutría las Tablas: "Tenemos que liberar la presión sobre ese ecosistema. Si no es con la razón, será con la compra de fincas o con la legislación".

El secretario de Estado también entró por primera vez de forma abierta en la disputa que libra con la Junta de Castilla-La Mancha, también del PSOE, por la responsabilidad sobre el estado del parque. Puxeu pidió a la Junta que prohíba el regadío "en el preparque", la zona aledaña al espacio protegido y en que los pívots (el sistema de riego por aspersión de la zona) siguen regando cebollas. Aunque los parques nacionales están transferidos a las autonomías por una sentencia del Constitucional de 2005, el de Daimiel sigue en manos del Gobierno, como recuerda a menudo la comunidad. Nadie quiere hacerse cargo de ese secarral en el punto de mira de la UE y la Unesco. Por eso, Puxeu recordó que el preparque es competencia autonómica.

La situación ha llegado hasta tal extremo que cuando el secretario de Estado visitó en junio pasado las Tablas, un agricultor de la zona se acercó a la comitiva y, sin reconocer a Puxeu, le sugirió al director de Daimiel que inundasen pronto el parque nacional porque se estaba quedando sin agua para regar.

Vía | El País

miércoles, 21 de octubre de 2009

Muere Daimiel y Doñana agoniza


El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, Reserva de la Biosfera, símbolo de la Mancha húmeda, está muerto. Sólo existe en el papel y en los presupuestos de las Administraciones, pero desde hace cuatro años el maravilloso marjal repleto de vida se ha convertido en un desierto. Su cadáver arde ahora en un infierno de fuego subterráneo, el de las secas turberas en llamas.

Por primera vez en la historia de la conservación de la naturaleza, un espacio férreamente protegido ha desaparecido en un país desarrollado ante la bobalicona mirada de políticos, ingenieros y agricultores, sus confesos asesinos.

Lo empezaron a matar en 1956, pero fue a partir de 1974 cuando comenzó su agonía, tan sólo un año después de protegidas las Tablas gracias sobre todo a la decidida presión ejercida por Félix Rodríguez de la Fuente. Paradójicamente, mientras se convertía en Parque Nacional se decretó su defunción al ponerse en riego 120.000 hectáreas con agua de su mar subterráneo, ese acuífero del Guadiana que parecía ilimitado y que en sólo 10 años descendió 35 metros. Tuvieron la culpa 60.000 pozos, la mayoría ilegales, todos abiertos para mantener una agricultura insostenible que riega a pleno sol las cebadas, el maíz y los viñedos. En 1986 al río se le secaron los ojos y a Daimiel las lágrimas.

Fieles a nuestra historia, cuando todo estaba ya perdido llegaron los planes de rescate. Tarde, muy tarde. El Parque necesita para sobrevivir 31 hectómetros de agua al año, sólo las aguas residuales de los pueblos cercanos suman 46 hectómetros y los agricultores consumen más de 200. Pero no hay para todos. El último trasvase del Tajo fue de 20 hectómetros, que por una parte robaron los pueblos ribereños y por otra se evaporó en las resecas entrañas del río Cigüela, llegando a las Tablas apenas unos famélicos 0,75 hectómetros.

En la actualidad tan sólo se conservan artificialmente inundadas cinco de sus 1.500 hectáreas. Allí lo único que fluye ya es dinero público, 3.000 millones de euros que se pierden aún más rápido que el agua.

Daimiel es un enfermo clínicamente muerto, por más que al final logren inundarlo mínimamente para tratar de lavarse la cara los responsables de tal esperpento.

Pero no aprendemos. Doñana, nuestra joya natural más importante, sigue el mismo camino. Desde mediados del siglo pasado la marisma ha perdido el 80% del aporte natural de agua y las dos terceras partes de su extensión original. Sus lagunas se están secando debido a la sobreexplotación del acuífero Almonte-Marismas. Según WWF, existen casi mil pozos ilegales en el entorno del parque nacional, responsables de una ocupación masiva del territorio para cultivos de regadío como el fresón.

Cuando queramos pararlo será demasiado tarde. Quizás ya lo sea.

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Para terminar os dejo una intervención de Félix Rodríguez de la Fuente donde nos recuerda la importancia de las zonas húmedas y los peligros que sobre ellas se cernían hace 30 años. Fue él quien consiguió que se protegiera Daimiel de su prevista desecación, aunque no pudo evitar una sobreexplotación salvaje del acuífero que ha condenado a muerte al espacio.



César Javier Palacios

Vía | La Crónica Verde

jueves, 8 de octubre de 2009

Varios miembros del G-77 abandonan una reunión en Bangkok sobre cambio climático alegando que no continuarán sin Kioto

Varios miembros del Grupo de los 77 (G-77, el grupo que representa a los países en vías de desarrollo) abandonaron anoche una reunión durante las conversaciones que se llevan a cabo sobre el cambio climático en la capital tailandesa, Bangkok, alegando que no debatirán un futuro sin el Protocolo de Kioto, según afirmaron este miércoles varios delegados.

El negociador de Sudáfrica, China y los países de la OPEP abandonaron la sesión informal que se celebrara anoche en la que se discutía la forma de un nuevo acuerdo del cambio climático que comprometería a todos los países firmantes a luchar contra este suceso.

Las tensiones han ido creciendo durante las conversaciones que terminan el próximo viernes, por las acusaciones de que los países ricos están intentando acabar con Kioto, que comprometía a 37 países industrializados a reducir sus emisiones de dióxido de carbono durante su primer período de compromiso, de 2008 a 2012.

Los negociadores están luchando sobre si extender Kioto en un segundo período a partir de 2013, enmendar el acuerdo o crear uno nuevo, una medida a la que se resisten muchos países en desarrollo.

"El G-77 está extremadamente preocupado con la posibilidad de que haya una clara intención de que los países desarrollados no acuerden los nuevos objetivos para el segundo período de compromiso del Protocolo de Kioto", afirmó el portavoz y negociador jefe de Sudáfrica, Alf Wills.

"El G-77 rechaza esta idea y la propuesta para derribar o 'cortar y pegar las partes buenas de Kioto en un nuevo instrumento legal' bajo la Convención", indicó Wills, en referencia a la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Los negociadores en Bangkok intentan encontrar una fórmula que lleve a Estados Unidos y a los países en desarrollo hasta un marco que comprometa a todas las naciones a reducir sus emisiones e impedir el calentamiento del planeta. La ONU ha fijado el próximo diciembre como fecha límite para que los países acuerden un pacto más amplio en Copenhague.

"Kioto no ha dado los resultados que queríamos, podemos continuar argumentando a favor de mantener el Pacto, pero creemos que no es suficiente, necesitamos una participación más amplia", aseguró el delegado de la Comisión Europea, Karl Falkenberg.

Por su parte, las organizaciones dedicadas a la protección del medioambiente temen que el debate esté distrayendo de las negociaciones importantes. "Es realmente importante que todos los países vengan y comprometan un sí, creemos que el Protocolo de Kioto y sus medidas pueden y deben continuar", indicó un miembro del grupo WWF, Kim Carstensen.

Vía | Europapress