Las abejas, seducidas por un aroma lleno de feromonas, intentan aparearse con las flores, pero sin darse cuenta se llevan polen después de su visita.
Ahora, investigadores en el sur de Francia, descubrieron cómo esta suerte de engaño podría ayudar a que surjan nuevas especies de orquídeas.
"Esta estrategia de polinización sólo se conoce en estas flores", explicó el doctor Nicolas Vereecken, el científico de la Universidad Libre de Bruselas, de Bélgica, que encabezó el estudio.
El trabajó apareció en la publicación científica BMC Evolutionary Biology.
El aroma
"Es algo muy peculiar que las flores, con el fin de atraer a los insectos, imiten las señales de apareamiento de los insectos hembra en lugar de ofrecer néctar, aceite o polen", continuó Vereecken.
El experto indicó que la clave se encuentra en el aroma que producen las flores.
Esta abeja macho fue cautivada por el aroma de la Ophrys lupercalis.
Si bien ambas especies engañan a las abejas macho, al hacerse pasar por insectos hembra, las dos emiten aromas muy diferentes que atraen a distintas variedades de abejas.
"Debido a que usualmente atraen a diferentes tipos abejas solitarias y a que la posición de cada una en la orquídea es diferente -una especie recoge las masas de polen sobre su cabeza y otra en el lomo-, no hay ninguna posibilidad de que se produzca una polinización cruzada", explicó Vereecken.
Híbrido
Por medio de un análisis de video, los investigadores encontraron que las abejas que se sintieron atraídas hacia un tipo de flor por alguna razón habían sido t
entadas a aparearse con otras.
"Hemos observado al macho de una especie de abeja, que por lo general visita a las Ophrys arachnitiformis, yendo hacia otra orquídea. La abeja recoge una masa de polen en su cabeza y otra masa de polen en su espalda", dijo Vereecken.
"Esto demuestra lo rápido en que se puede romper este aislamiento reproductivo durante una sola visita", añadió.
Luego que el equipo analizó con más detalle el nuevo híbrido de orquídea, hicieron otro descubrimiento sorprendente.
Los científicos pensaban que cualquier orquídea híbrida producía un atractivo aroma de hembra, a medio camino entre los que producían sus plantas progenitoras.
Sin embargo, este híbrido estaba produciendo un perfume completamente diferente, que a su vez atrajo el cortejo sexual de una tercera especie de abeja.
Esto significaría que si el híbrido no era estéril, como era el caso de éste, se había creado una especie completamente nueva de orquídea.
Antes de este hallazgo, los investigadores creían que los nuevos tipos de orquídea surgieron como producto de mutaciones graduales, que con el tiempo alteraron el aroma de las flores hasta que atrajeron a nuevos polinizadores, impidiendo la polinización cruzada con su forma no mutada.
Pero el descubrimiento del híbrido añadió otra dimensión, aseguro Vereecken.
"En este caso observamos un cambio drástico en una sola generación. Este estudio demuestra prácticamente todos los pasos que conducen a la creación de una nueva especie", concluyó.
Vía | BBC Mundo
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