La falta de iniciativa retrasa el fin de las bolsas de plástico en España
Son altamente contaminantes, por lo que países de todo el mundo están reduciendo su utilización y se están buscando alternativas.
Las bolsas de plástico son baratas, resistentes y muy útiles. Por eso, desde que hace 30 años desplazaron a los capazos tradicionales que siempre se habían llevado a la compra, su éxito en España ha sido rotundo. Tanto, que cada ciudadano gasta al año de media 238 bolsas.
Pero los tiempos cambian y la conciencia medioambiental ha hecho evidente que el plástico es demasiado dañino como para utilizarlo de la forma que se hace.
No es uso, es abuso. En España se gastan unos 10.000 millones de bolsas al año, que suman 100.000 toneladas de plástico. El material no es biodegradable: permanece sin pudrirse durante décadas.
Conciencia global
China, Australia, varias ciudades de EE UU e Inglaterra, Japón, Sudáfrica... Por todo el planeta se repiten las actuaciones, diferentes en plazos y propuestas de sustitución, para frenar la presencia de las bolsas de plástico. Algunas son realmente rotundas: en Bangladesh se sanciona con más de 10 euros, un dineral para los sueldos de este país, portar una bolsa de plástico; fabricarlas, supone cárcel.
En España, aunque tímidamente, también se empieza a actuar. El Ministerio de Medio Ambiente ultima incluirlo en el Plan Nacional Integrado de Residuos, que se presentará a las comunidades autónomas en la próxima conferencia sectorial.
El borrador de este documento, que se dio a conocer en enero, fijaba una reducción del 50% en el uso de bolsas de plástico para el año 2010 y del 70% para 2015, unos plazos que actualmente parecen difíciles de alcanzar. Además, aquel documento no proponía ninguna alternativa concreta ni presentaba cómo se haría la sustitución.
Mientras tanto, todo queda en manos de las iniciativas particulares. Algunos supermercados están ofreciendo ya bolsas de papel. En otros se utiliza el bioplástico. Hay comercios, sobre todo los de descuento, en los que siempre se ha cobrado por la bolsa de plástico. También algunas administraciones públicas se están implicando.
En Lleida, por ejemplo, se reparten bolsas de tela en las panaderías. Buenas intenciones que ayudan en la concienciación y suponen un avance. Pero un cambio definitivo necesita de una iniciativa política aún vacilante.
La visión de los fabricantes
Los fabricantes de bolsas de plástico, ante la situación, trabajan en un modelo reutilizable. Enrique Gallego, presidente de la Confederación Española de Empresarios de Plásticos (Anaip) explica que el borrador del plan del Gobierno es muy "drástico" y supondría la "pérdida de empleo de unos 5.000 trabajadores y el cierre de unas 300 empresas".
Anaip, Cicloplast y Plastics Europe proponen un modelo reutilizable, en el que han trabajado junto a asociaciones de consumidores, representantes ministeriales y grandes superficies. Es más grande, más resistente y aseguran que cumple con «parámetros medioambientales».
La fauna y flora marinas, las más perjudicadas
El plástico, cuyo destino final muchas veces es el mar, afecta al menos a 267 especies de este medio. De hecho, según un estudio realizado en el Mediterráneo español, el 75% de las tortugas bobas estaban perjudicadas de alguna manera por este material, explicó a 20 minutos Julio Barea, de Greenpeace.
En ocasiones las tortugas confunden las bolsas de plástico con medusas, que son parte de su dieta, y se las tragan, por lo que pueden morir ahogadas.
En medio del Pacífico hay una gran mancha de basura, conocida como 'sopa de plástico', que se extiende frente a la costa de California, rodea Hawai y llega hasta Japón, que está formada por partículas de plástico, unas cien millones de toneladas de basura, según la Fundación de Investigación Marina Algalita.
La mayoría del plástico que acaba en el mar se rompe en trozos pequeños por efecto del sol y se mezclan con el agua y el plancton. Los efectos de esta mezcla son devastadores para el hábitat marino, según Algalita.
Otras alternativas
De papel: se puede reciclar y es biodegradable, pero es caro, fomenta la tala de árboles y su fabricación genera residuos químicos.
Bioplástico: están hechas de materia orgánica, como la patata o el maíz. Esto hace que sean totalmente biodegradables. Eso sí, son más caras aunque con la subida del petróleo ha hecho que cada vez sean más competitivas en el mercado.
Bioplástico: están hechas de materia orgánica, como la patata o el maíz. Esto hace que sean totalmente biodegradables. Eso sí, son más caras aunque con la subida del petróleo ha hecho que cada vez sean más competitivas en el mercado.
De tela: no genera residuos, son más resistentes y se pueden utilizar reutilizar. Son más caras y necesitas varias en ocasiones.
Carrito: es cómodo, respeta la naturaleza, ahorra esfuerzo y sirve para compras grandes. El problema es que es muy aparatoso.
Reutilizables: son más grandes que las normales de plástico, soportan cargas de más peso, tienen mayor grosor y no son de un sólo uso. Eso sí, son más caras de fabricar y tienes que llevarla encima cuando vas a hacer la compra.
20MINUTOS.ES
3 comentarios:
Estoy completamente de acuerdo con el contenido del artículo. Después de vivir más de doce años en Minnesota (EEUU), mi esposa y yo hemos regresado a Sevilla, donde nos hemos encontrado con la sorpresa de que las bolsas de plástico abundan por todos sitios. Los comercios, al menos por aquí, ni siquiera te dan la opción de usar una bolsa de papel reciclado, como sucede en otros países. Al final, optamos por comprarnos varias bolsas de tela para compras menores y un carrito para las mayores.
En todo caso, ya va siendo hora de que las comunidades autónomas y los ayuntamientos tomen cartas en este asunto.
muy buen post felicidades, hay que empezar a concienciarnos de muchas cosas entre ellas las bolsas de plástico, hay que volver a las bolsas de papel o a la cesta de la compra de las de siempre
salut !!
Gracias por vuestros comentarios, de eso se trata, de tomar conciencia, de educar y de dar ejemplo.
Salud!
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