El águila imperial ibérica es uno de los animales más característicos de la fauna española. Tanto que su población se asienta casi exclusivamente en España, donde vive el 99% de sus ejemplares. Sin embargo, es también uno de los más amenazados, aunque en los últimos años la Administración y los grupos ecologistas han trabajado duro para que esta especie no desaparezca.
Los planes empiezan a dar resultados. “Los indicios apuntan a que este año superaremos las 250 parejas, frente a las 234 existentes en 2007”, explica Beatriz Sánchez, de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife). Parte de la responsabilidad de esta remontada es del programa Alzando el vuelo, iniciado en 2006 y cuyos tres años de extensión se cumplen a final de año. En él colaboran SEO/Birdlife, la Fundación Biodiversidad y las empresas Adif y Caja Madrid.Alzando el vuelo se ha de-sarrollado con especial incidencia en Castilla-La Mancha. Sólo en el último año, los ejemplares han aumentado allí un 16%, pasando de 73 a 85 parejas. Acotando geográficamente, se observa que este incremento ha sido similar en la provincia de Ciudad Real, cuna de la iniciativa, donde las parejas alcanzan un número de 38, frente a las 35 de 2007.
Uno de los principales objetivos del proyecto, con un presupuesto de 1,3 millones de euros, ha sido mejorar las zonas donde viven estas rapaces. A juicio de Sánchez, la cría en cautividad ya no es una prioridad, porque las águilas que nacen libres generan descendencia. “Lo que necesitamos ahora es un hábitat adecuado para esta población”, analiza Sánchez. El 80% de los juveniles no llega a reproducirse, debido a la alta mortalidad por electrocución en tendidos eléctricos y por cebos envenenados ilegales .
En SEO/Birdlife no quieren pecar de optimistas, pero tanto ellos como la Fundación Biodiversidad están satisfechos: “Es pronto para sacar conclusiones definitivas, porque las medidas directas se implantaron hace apenas un año. Pero estamos muy satisfechos de haber implicado a los propietarios en la protección del águila imperial” explica Sánchez.La zona de trabajo incluye Sierra Morena Oriental y Campo de Montiel, en Ciudad Real, donde se asienta el 11% de los ejemplares de esta especie. Y el principal reto de Alzando el vuelo ha consistido en eso: convencer a los dueños de los terrenos de que la conservación del espacio tiene ventajas para todos.
El proyecto ha permitido la firma de convenios de colaboración con 17 fincas privadas (12.000 hectáreas de terreno). Se ha animado a sus dueños a instalar comederos para perdices y conejos, el principal alimento de las rapaces. Los dueños de las fincas, muchas de ellas destinadas a uso cinegético, también han obtenido así beneficios de este programa.
Las entidades participantes no han confirmado todavía si el programa Alzando el vuelo va a continuar en los próximos años, pero las conversaciones para ello están en marcha.
Vía Público.es
2 comentarios:
Debo decir que ver un Aguila Imperial es todo un espectaculo, increible. Ojala sea cierto y consigamos hacer volver a la normalidad a ciertas especias...
Un beso
Es increíble que la naturaleza pida a gritos ayuda, pero más increíble es que nadie la escuche
!!buenas fiestas!!
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